Ya sea en nuestros negocios o en nuestra vida misma constantemente nos
vemos obligados a tomar decisiones, algunas decisiones podrían no tener
consecuencias significativas, pero otras, por más pequeñas que sean, podrían
determinar el éxito o el fracaso, sin importar el tamaño que tengan, siempre
debemos procurar tomar buenas decisiones y tener cuidado al momento de tomar
una , lo cual implica recabar información que nos ayude a decidir, desarrollar
alternativas, y luego analizarlas (evaluar sus ventajas y desventajas, y
calcular sus posibles consecuencias tanto inmediatas como a largo plazo).
Para muchas personas, tomar decisiones importantes
en la vida les supone un cierto temor o al menos incertidumbre, por si se elige
incorrectamente. Cuando se trata de decidir una ocupación o unos estudios, éste
proceso está cargado de inseguridad, porque sabemos que esta elección va a
marcar nuestro estilo de vida y porque somos conscientes
que estamos decidiendo nuestro futuro profesional y vital.
Tomar una buena decisión consiste en
trazar el objetivo que se quiere conseguir, reunir toda la información
relevante y tener en cuenta las preferencias del que tiene que tomar dicha
decisión. Si queremos hacerlo correctamente, debemos ser conscientes de que una
buena decisión es un proceso que necesita tiempo y planificación.